La Biblia nos enseña que el hombre es incapaz de salvarse a si mismo. Su condición de pecador lo aleja del creador, sumergiéndose cada vez más en el hoyo de la desesperanza, la amargura y la desolación. Todos los intentos que el hombre realiza por sus propios medios de escapar de su condición, es lo que conocemos como religión.
Los dogmas de hombres, rituales y demás, solo consiguen aumentar la culpabilidad del hombre ante la incapacidad de hacerse libre. La única manera posible, para que el hombre sea libre del hoyo de la desolación, es mirando al hombre que murió en la cruz y resucitó.
El vivió igual que los hombres, lloró, sufrió, pero en todas estas cosas fue un vencedor, para que con su victoria, hiciera vencedores a los que por causa del pecado estábamos destinados a ser perdedores.
Les hablo de "JESUCRISTO", 100% hombre, pero también 100% Dios; aquel que está dispuesto a bajar hasta tú condición, para extenderte su mano de amor, y rescatarte de esa condición que no fue hecha para ti.
Toma su mano, pide perdón por tus pecados, y verás como Él te liberará, te lavará con su sangre, te pondrá un nombre nuevo y veras la luz. Entonces podrás decir: "CRISTO ME LIBERÓ"
Si necesitas orientación y ves que estas palabras tocaron tu corazón, ponte en contacto con nosotros, queremos ayudarte: giraldoministerios@gmail.com
¡Con cariño!
¡Sirviendo al Maestro!
Luis Fernando Giraldo
Pastor
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