Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. (Juan 3:3)
Nicodemo, un hombre conocedor de la palabra, principal de los judíos, un moralista de su tiempo, se acercó a Jesús para alabarle por su sabiduría y poder; pero el Señor deja a un lado esto y le dice a este hombre que le era necesario nacer de nuevo para ver el Reino de Dios.
La afirmación hecha por Cristo confundió a Nicodemo y comenzó a preguntarle: ¿cómo sería posible esto? Él Señor contesto a esta pregunta de una manera muy clara.
1. ¿Por qué necesitamos nacer de nuevo?
El mismo Señor nos dice que debemos nacer otra vez. Ya hemos experimentado un primer nacimiento de padres humanos, pero es un nacimiento que nos ha traído muchos problemas, porque heredamos nuestra naturaleza débil, que se inclina al pecado.
Dios quiere que podamos nacer de nuevo y no podemos confundir esta expresión con la reencarnación como lo hizo Nicodemo; la palabra enseña que el hombre muere una sola vez y después de esto debe presentarse ante Dios (Hebreos 9:27).
2. ¿Qué es nacer de nuevo?
Este nuevo nacimiento se lleva a cabo por medio de la fe. Jesús le dijo a Nicodemo que era necesario nacer de agua y del Espíritu. Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. (Juan 3:5)
· Agua: Representa la palabra de Dios
· Espíritu: Es el Espíritu Santo
Nota: Cuando la palabra de Dios es operada por él Espíritu Santo en el hombre, genera fe para salvación.
3. ¿Cómo sabemos que hemos nacido de nuevo?
El Señor dijo que el nacer de nuevo se refleja por los frutos que se ven a diario en nuestras vidas.
“No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos” (Mateo 7:17)
El nuevo nacimiento no sólo se refleja en la iglesia, también debe reflejarse en el hogar, trabajo, estudio; no podemos separar nuestra fe de las actividades diarias, la vida de Cristo debe desarrollarse dentro de nosotros.
La palabra enseña que debemos dejar a tras las obras de la carne (pecado), y comenzar a vivir dando el fruto del Espíritu Santo (Gálatas 5:16-24).
4. ¿Cuándo debemos nacer de nuevo?
El nuevo nacimiento no se debe aplazar pensando que aún no es tiempo, o que por el hecho de ser pecadores no nos podemos entregar de lleno. Ésta actitud nos aleja más de la voluntad de Dios.
El Señor es claro y dice que hoy es el día, no después, este es el momento para tomar esa decisión y entregarle todo el corazón a Jesús.
Así como heredamos el carácter de nuestros padres al ser engendrados, el carácter de Cristo se desarrolla en nosotros y el comienza a crecer a través del Espíritu Santo en nuestra vida. Experimentamos un cambio radical, dejamos atrás el pecado, y nacemos directamente de Dios. (Juan 1:12-13)
CONCLUSIÓN
· Renuncie a su vieja naturaleza
· Permita que él Espíritu Santo se una a su fe y le dé una nueva vida. Si no se ha hecho bautizar, de ese paso de obediencia.
· Comience a manifestar en su vida el fruto del Espíritu Santo
· Persevere en la decisión que ha tomado y empiece a vivir en la vida abundante.
¡Sirviendo al Maestro!
Luis Fernando Giraldo
Pastor
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